Si unos pocos comen porque muchos pasan hambre,
Si el enfermo y el anciano para nada valen
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si la miseria es lo de cada día
y la injusticia es como el sol que sale,
si no vales por lo que eres, sino por tu cuenta,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si la esperanza es una quimera,
si luchar por la paz es ser cobarde,
si soy espectador y no participo en esta carrera,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si no es mi hermano el que vive a mi lado,
si mi fe es algo seguro y estable,
si Dios me deja tranquilo y saciado,
no le digamos, no, que de la cruz baje.
Si en la Iglesia el diálogo es un atentado,
si los que creen son los que más saben,
si la Iglesia es todo menos pueblo pobre,
Si los ríos no son más que desagües,
y los niños no pueden ya jugar en las calles,
si la Naturaleza es nuestra Cenicienta,
no nuestra madre,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si la denuncia es un grito insensato
de los que tienen inquietudes sociales,
por eso es todo lo que comparten con el pueblo,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si sigue habiendo héroes y tiranos,
si la revolución es igual que masacre,
si nos seguimos lavando las manos,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
Si el hombre es un lobo para el hombre,
y la palabra “tener” es la clave,
si no merece la pena lo que no es rentable,
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
no le digamos a Dios que de la cruz baje.
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