Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y cuidadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Desde la visión cristiana, Dios nos ha dado la tierra para que podamos vivir en ella. Nos dice que la cuidemos porque esta es la única manera de poder sobrevivir generación tras generación.
Bajo el pretexto de que nos ha "dado" la tierra, creemos que podemos hacer con ella lo que nos de la gana para sacar un beneficio, pero no es así. el siguiente vídeo, nos plantea una reflexión para esta cuaresma.