Los SS colgaron a dos hombres judíos y
a un joven delante de todos los internado en el campo. Los hombres murieron
rápidamente, la agonía del joven duró media hora. “¿Dónde está Dios?, ¿dónde
está?”, preguntó uno detrás de mí. Cuando después de largo tiempo el joven
continuaba sufriendo, colgado del lazo, oí otra vez al hombre decir: ¿”Dónde
está Dios ahora?”. Y en mí mismo escuché la respuesta: “¿Dónde está? Aquí...
Está ahí colgado del patíbulo”.
Una noche tuve un sueño.
Caminaba a lo largo de la playa con el Señor, y por los cielos hizo aparecer
escenas de mi vida. En cada escena, me di cuenta de que aparecían dos pares de
huellas en la arena. Uno era mío, y el otro era del Señor.
Cuando la última escena de mi vida apareció
ante mí, me volví para ver las huellas en la arena. Para mi sorpresa, reparé en
que muchas veces a lo largo del camino de mi vida, había solo un par de
huellas. Y advertí, que esto ocurría en los más duros y tristes momentos de mi
vida.
Pregunté al Señor acerca de eso. “Señor,
dijiste que una vez que decidiera seguirte, caminarías conmigo todo el camino.
Pero me doy cuenta, de que durante los momentos más difíciles de mi vida, hay
solo un par de huellas. No entiendo por qué te fuiste de mi lado cuando más te
necesitaba”
El Señor me dijo, “ Mi querido niño, nunca
te abandoné durante tus momentos de dudas y sufrimientos. Cuando ves solo un
par de huellas, no son tus huellas sino las mías, porque en esos momentos era
yo el que te estaba llevando”.
Antonio Machado nos dejo uno de los mejores poemas que muchos cantautores nos han recitado. Ante nosotros se nos muestra un camino que tenemos que hacer frente.
El 21 de Septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer (World Alzheimer's Day), fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer.
El propósito de esta conmemoración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales.
En el año 1906 Alois Alzheimer describió por primera vez la enfermedad que más tarde llevaría su nombre. Más de cien años después todavía se está luchando contra el estigma asociado a la demencia y se siguen organizando campañas para conseguir mejores servicios y tratamientos para las personas con la enfermedad de Alzheimer así como para sus cuidadores.
Como buen filósofo que era, Sócrates
creía que la persona sabia viviría instintivamente de manera frugal. Él mismo
ni siquiera llevaba zapatos; sin embargo, una y otra vez cedía al hechizo de la
plaza del mercado y solía acudir allí a ver las mercancías que se exhibían.
Cuando un amigo le preguntó la razón,
Sócrates le dijo: “Me encanta ir allí y descubrir sin cuántas cosas soy
perfectamente feliz”.
La espiritualidad no consiste en saber
lo que quieres, sino en comprender lo que no necesitas.
Anthony de Mello. “La oración de la
rana (2º tomo)”, p. 85
Siempre buscamos algo que nos llene, que ocupe nuestro vacio, que nos dé sentido y que nos permita mirar al futuro cercano con ganas de disfrutarlo y de vivirlo en toda su esencia.
esta canción es lo que nos quiere hacer ver.
Un día en que un león estaba dormido, un
ratón pasó corriendo por su cara. El león se despertó con un rugido y atrapó
al ratón entre sus patas. El ratón, asustado, temió estar a punto de morir y
suplicó por su vida.
—¡Por favor, grande y poderoso león, por favor, deja
que me vaya! Devuélveme mi libertad y un día yo te recompensaré por tu
generosidad.
Al león le
sorprendió tanto que el diminuto, tembloroso y atemorizado ratón pensara que
podría ayudar a alguien tan grande, fuerte y osado como él que soltó una gran
carcajada y dejó que el ratón se fuera.
Algún tiempo después, cuando el ratón corría de un
lado a otro entre la maleza, oyó rugir al león. Le pareció como si el león
tuviera algún tipo de problema y fue a ver si podía ayudarle. El león estaba
atrapado en la red de un cazador y no podía escapar.
—No hay nada que tú puedas hacer para ayudarme —dijo
el león tristemente, al ver al ratón—. Cuando los cazadores vuelvan con sus
lanzas, me matarán.
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—Aún no ha llegado tu último día —dijo el ratón. Y comenzó
a mordisquear la red con sus afilados dientecitos. Pronto hizo un agujero lo
suficientemente grande como para que el león pudiera salir.
—Tenías razón —dijo el león cuando los dos corrían
para ponerse a salvo—. Hay veces en que los débiles pueden ayudar a los
fuertes.
Podéis hacer lo que queráis, pero
nosotros seguiremos amando... Metednos en las cárceles, y aún así os amaremos. Lanzad bombas contra nuestras casas, amenazad a nuestros hijos, y por
difícil que sea, os amaremos también.
Enviad en las tinieblas de la
medianoche a vuestros sicarios a nuestras casas, amenazad a nuestros hijos, y
aún estando moribundos, os amaremos.
Enviad a vuestros propagandistas por
todo el país para decir que no estamos ni culturalmente ni de ningún otro modo
preparados para integrarnos en la sociedad y os seguiremos amando. Pero llegará
un día en que conquistaremos la libertad y no sólo para nosotros: os venceremos
a vosotros y conquistaremos vuestro corazón y vuestra conciencia y de este modo
nuestra victoria será doble.
Los expulsados, los excluidos, los explotados, los exhibidos,
los replicados, los extinguidos, los no explorados, los exprimidos,
los penetrados, los perseguidos, los postergados y los perdidos,
los pateados, prostituidos, los resignados y los prohibidos.
La amarradas y adormecidas, las afectadas, las absorbidas,
las apagadas, las abstraídas, las abusadas y aborrecidas,
las rematadas, las retenidas, las repudiadas, restituidas,
las reservadas, retransmitidas, las refugiadas y reabsorbidas.
Algo dirán, dirán, dirán, dirán.
Algo dirán, dirán.
Algo dirán, dirán, dirán. Algo dirán. (bis)
Los desollados, los deprimidos, los descalzados, los divididos,
los denotados, desatendidos, los derramados, los detenidos,
los anegados, los abducidos, abaratados y no atendidos,
los no apañados, los adheridos, anestesiados y no asumidos.
Las ignoradas, las invadidas, las iletradas, las inhibidas,
las incendiadas, las impedidas, las infectadas, las influidas,
las desechadas, desinstruidas, despilfarradas y decaídas,
desenraizadas y descosidas, desesperadas y desnutridas.
Intentad poner nombres y rostros a las distintas
situaciones que se nombran en la canción.
Buscad otras situaciones que denoten injusticia
en vuestro entorno.