El SEÑOR, verdadero ayudador
¡Aleluya!
Oh alma mía, alaba al SEÑOR.
Alabaré al SEÑOR mientras yo viva;
cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob,
cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios,
que hizo los cielos y la tierra,
el mar y todo lo que en ellos hay;
que guarda la verdad para siempre;
que hace justicia a los oprimidos,
y da pan a los hambrientos.
El SEÑOR pone en libertad a los cautivos.
El SEÑOR abre los ojos a los ciegos,
el SEÑOR levanta a los caídos,
el SEÑOR ama a los justos.
El SEÑOR protege a los extranjeros,
sostiene al huérfano y a la viuda,
pero trastorna el camino de los impíos.
El SEÑOR reinará para siempre,
tu Dios, oh Sion, por todas las generaciones.
¡Aleluya!
¡Aleluya!
Oh alma mía, alaba al SEÑOR.
Alabaré al SEÑOR mientras yo viva;
cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob,
cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios,
que hizo los cielos y la tierra,
el mar y todo lo que en ellos hay;
que guarda la verdad para siempre;
que hace justicia a los oprimidos,
y da pan a los hambrientos.
El SEÑOR pone en libertad a los cautivos.
El SEÑOR abre los ojos a los ciegos,
el SEÑOR levanta a los caídos,
el SEÑOR ama a los justos.
El SEÑOR protege a los extranjeros,
sostiene al huérfano y a la viuda,
pero trastorna el camino de los impíos.
El SEÑOR reinará para siempre,
tu Dios, oh Sion, por todas las generaciones.
¡Aleluya!
Como hijos de Dios, deberíamos de hacer lo que Él hace, ACNUR, es un reflejo de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario