Como cada año, venimos celebrando el “Día Internacional de la Paz y la
No Violencia “ que se celebra internacionalmente el 30 de enero.
Este día fue declarado por primera vez en
1964 como conmemoración de la muerte de Mahatma Gandhi, líder
espiritual de la India, que fue asesinado en 1948.
El objetivo fundamental de esta celebración es la educación para la
tolerancia, solidaridad, la concordia y el respeto entre personas de distinta
raza, formación, cultura y religión.
A lo largo de la historia, hemos tenido personas muy importantes que han
luchado en defensa de la paz. Pongamos como ejemplo a la Madre Teresa
de Calcuta, Martin Luther King, Nelson Mandela, John Lenon o Rigoberta
Menchú.
Pero nosotros, nosotras. humildemente, desde nuestra condición de niños y niñas, jóvenes y adultos sólo podemos manifestar nuestro rechazo a la violencia, como venimos
haciendo año tras año, alzando la voz, para que al menos llegue el eco
hasta aquellos que tienen el poder y la posibilidad de impedir que siga
habiendo injusticias, guerras y abusos sobre los más débiles.
Sabemos que es una lucha en desventaja, puesto que los intereses de unos
cuantos priman sobre los de la mayoría. Mientras sigan muriendo gente de
hambre, existan pueblos sacudidos, el mar se lleve vidas que intentan
llegar a lugares más seguros o muertes provocadas por la violencia de
género, no podremos hablar de PAZ.
No obstante, seguiremos firmes y constantes porque confiamos en que la
lucha por la Paz no puede ser una lucha perdida.
Nosotros somos el futuro y en nuestras manos está el conseguir un planeta
donde reine la armonía entre los pueblos.
Unamos nuestras voces en un solo grito: desde dentro
BUSCA LA PAZ
Y EL MUNDO CAMBIARÁ
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