SECUNDARIA
LECTURA DOMINGO I CUARESMA
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,12-15):
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
http://www.quierover.org/portal/watch.php?vid=ff19b408d
PRIMARIA
LECTURA DOMINGO I CUARESMA
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,12-15):
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Había una vez una niña a la que le encantaban los caramelos. Se llamaba Ana. Aquel día Ana había ido a la tienda con su padre y éste le había comprado un bote de caramelos. Sin embargo, le había advertido: “Ana, no comas los caramelos ahora porque si no luego no tendrás apetito para cenar”. Pero Ana tenía tantas ganas de comerse aquellos caramelos… Así que pensó: “Por un caramelo no pasará nada y además mi padre no se dará cuenta.”
¿Has tenido alguna vez una experiencia como esta? Te contaré otra historia que también puede resultarte familiar.
“Hoy tenemos examen de matemáticas”-dijo la profesora. Miguel empezó a sentir un vacío en sus estómago y a ponerse muy nervioso. Él sabía que hoy había examen pero la tarde anterior había estado viendo la televisión y jugando con la videoconsola.
Todos nos hemos enfrentado a tentaciones parecidas, ¿no es así? ¿Sabías que Jesús fue tentado de la misma manera que nosotros?
Dice la Biblia que después de que Jesús fuera bautizado, el Espíritu le guió al desierto. ¿Vosotros sabéis cómo es el desierto? El desierto es un lugar caluroso y seco en el que no hay personas, ni carreteras, ni edificios… ¿Y cuántos días estuvo allí Jesús? Jesús estuvo allí cuarenta días pensando sobre su trabajo, orando y preparándose para el camino tan difícil al que debía enfrentarse. ¿Os imagináis cuarenta días en el desierto solo y sin comer nada? Nosotros dejamos de comer uno o dos días y nos sentimos débiles, incluso podemos enfermar. Sin embargo, Dios estaba cerca de Jesús y le fortalecía.
Cuando ya estaba llegando el final de sus días en el desierto y Jesús estaba cansado, debilitado y sentía hambre, apareció el diablo para que Jesús pecará contra su Padre. ¿Os acordáis qué le ofrecía el diablo? Jesús no le hizo caso y éste se dio por vencido y tuvo que marcharse derrotado.
Al igual que Jesús, nos hemos dado cuenta de que nosotros también nos encontramos con muchas tentaciones en nuestra vida que quieren alejarnos de Dios. ¿Se os ocurre alguna?
Somos hijos e hijas amadas de Dios y por eso Él no nos abandona. Dios siempre está a nuestro lado, amándonos y cuidando de nosotros, así como lo estuvo con Jesús esos cuarenta días y cuarenta noches.
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