Bienaventurados
los no-violentos
que
no buscan el poder y
saben
que a sus cuerpos les
puños
para golpear.
Bienaventurados
los no-violentos
que
ya no se adaptan a las
exigencias
de los tecnócratas
ni
a las normas de una sociedad
de
consumo enloquecida.
Bienaventurados
los no-violentos
que
no se dejan amilanar
por
el abuso de poder de los fuertes.
Bienaventurados
los no-violentos
que
siempre están del lado de los
más
débiles dondequiera que los
hombres
son víctimas de los hombres,
y
no se cansan de responder por
los
derechos de los oprimidos.
Bienaventurados
los no-violentos
que
tuercen la espiral de la violencia
en
el mundo en una espiral de
amistad
y amor. Son como la corriente
en
el lecho de un río que pule los
cantos
hasta que siguen la corriente.
Con
suave violencia conquista
el
corazón del hombre.
Phil
Bosmans.
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