"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
Martin Luther King
En diciembre de 1964, recoge el Premio Nobel de la Paz:
“Creo en que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra en la realidad. Esta es la razón por la cual el derecho derrotado temporalmente es más fuerte que el mal triunfante. Creo que incluso hoy, en medio de las ráfagas y el mortífero sonido de las balas, aún hay esperanza de un mañana más brillante.
Creo en que la justicia herida, postrada en las sangrientas calles de nuestras naciones, puede ser elevada de este polvo de vergüenza para reinar de forma suprema entre los hijos de los hombres. Tengo la audacia de creer que los pueblos de todo el mundo pueden tener tres comidas al día para sus cuerpos, educación y cultura para sus mentes, y dignidad, equidad y libertad para sus espíritus. Creo que lo que los hombres y mujeres centrados en sí mismos han derribado, los hombres y mujeres centrados en el prójimo pueden reconstruirlo. Todavía sigo creyendo en qué un día la humanidad se arrodillará ante los altares de Dios, y será coronada triunfante sobre la guerra y el derramamiento de sangre, y la no-violenta buena voluntad redentora será el imperio de la tierra. ‘Y el león y el cordero yacerán juntos [Isaías 11:6]; y cada persona se sentará debajo de su vid y su higuera, y no habrá quien tenga miedo’ [Miqueas 4:4] ¡Todavía creo que vamos a vencer!”.
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