Dios nos creo a su imagen u semejanza. Y un rasgo que refleja esa semejanza es la generosidad. La llevamos dentro. Nos sale, sobre todo con aquellos que tenemos más cerca y más queremos. Pero también muchas veces con aquellos que desconocemos y con lo que nada nos une, excepto el ser hijos de un mismo Dios y compartir un planeta.
Somos y nos necesitamos, y el Don de dios de la generosidad nos ayuda a ser mejores personas, a ser más parecidos a El.
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