Jeremías 29,11 … Porque yo conozco los planes que tengo para ti, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, darte un futuro y una esperanza.
Reflexión:
Personas cerradas, miedosas y sedentarias, no son aptas para el carisma de Mary Ward. La vida de la siempre peregrinante Mary Ward fue una búsqueda incansable de la voluntad de Dios, un traspasar continuo de fronteras: geográficas, socio-culturales (que definían en su día lo “decente” para una mujer) y las fronteras de su propio interior (sus bloqueos y su timidez). Apenas esta nómada de la voluntad de Dios llegaba a un destino intermedio, partía de nuevo, para hacerse “compañera de Jesús“, todavía más radical.
El deseo apasionado de parecerse más a Jesús es la energía interior que nos une con las raíces de nuestro carisma y con muchas mujeres grandes antes de nosotras – y el mismo deseo nos empuja hacia el futuro. Fidelidad a las raíces no significa nostalgia paralizante, sino ponerse en marcha de nuevo con la audacia de Mary Ward,
- para buscar la cercanía y comunión con el Jesús pobre en las victimas de la codicia y violencia global y así anticipar efectivamente las promesas del gran banquete del Reino;
- para vivir con elegancia natural la igualdad de la mujer con el hombre en ciencia, cultura, política y religión – y así hacernos socias fiables de las mujeres cuyas opciones de vida se encuentran mutiladas por el machismo;
- para liberarnos de los miedos de mundos y culturas desconocidos y entrar con valor en diálogo y relación con los mundos de los jóvenes de hoy, las culturas de minorías marginalizadas y con tradiciones religiosas ajenas.
ORACIÓN
Renueva tu Iglesia
Señor, despierta a tu Iglesia, y empieza conmigo.
Señor, construye tu comunidad, y empieza conmigo.
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